INFLUENCIA DE LOS GRUPOS

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Cuando estaba en la secundaria, aprecié actos discriminatorios en el colegio. Cierto día, pude escuchar cuando Ana, Juana y Mía, las chicas más populares del salón, invitaron a Claudia para ser parte de ellas. Para que ella sea aceptada, debía imitar el accionar del grupo. Estas adolescentes se caracterizaban por menospreciar a los alumnos que eran diferentes a ellas. Por ejemplo, se burlaban de Antonio, quien había vivido en Puno y, al mudarse a Lima, preservaba las tradiciones de su pueblo natal. Actos como el que sufrió este joven son originados por los estereotipos y prejuicios. En el presente texto, se explicará la forma en la que estos afectan nuestra sociedad. Además, se mencionará el impacto que tiene la influencia del grupo en los actos discriminatorios, lo cual no permite solucionar esta problemática, pese al transcurrir de los años.

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La discriminación es un problema generado por diversos factores, pero uno de los más resaltantes es la existencia de los estereotipos y prejuicios. El estereotipo se define como la imagen estructurada y aceptada por la mayoría de personas, mediante la aceptación de características de la comunidad. (RAE). Del mismo modo, el prejuicio se define como una opinión negativa, que se forma de manera anticipada y sin conocimiento. Por ejemplo, muchas personas piensan que las mujeres rubias son poco inteligentes, idea que no es verdadera. Por otro lado, es importante mencionar que estos pensamientos impuestos por la sociedad tienden a perjudicar la vida de miles de personas, ya que la característica que se le atribuye a un grupo se generaliza y se aplica a toda una población que muestre una conducta similar. Estas creencias son muy difíciles o hasta casi imposibles de borrar, debido a que se van transmitiendo de generación en generación y no se pueden modificar, a pesar de que se dispone de una adecuada información para criticarlas. Un claro ejemplo de lo mencionado es la discriminación que sufren los grupos minoritarios o también conocidos como pueblos indígenas. Estos buscan preservar sus manifestaciones culturales y, aunque cuenten con pocos habitantes, exigen que sus derechos sean reconocidos y garantizados. Sin embargo, las personas que viven en áreas urbanas creen que por ser diferentes en aspectos culturales son superiores a ellos.

 

Para profundizar en cómo la influencia de los grupos genera actos discriminatorios, se debe conocer que hay diversos tipos de influencia. El primero de ellos se conoce como conformidad. Este aspecto se define como el cambio de opinión, conducta o actitud por la presión real o imaginaria de determinado grupo. Es decir, se actúa de manera diferente a como uno lo haría si estuviera solo. El psicólogo Solomon Asch (1960) estudió el conformismo y señala que el sujeto adapta la norma o juicio defendido por la mayoría y, en ocasiones, la presión social induce a seguir la información errónea del grupo. El segundo tipo de influencia es conocido como obediencia. Según el psicólogo Serge Moscovici (1999), esta es la modificación de la conducta humana para someterse a órdenes directas de un líder. Por ejemplo, en el caso presentado al comienzo del texto, se evidencia que Claudia, por la presión social e influenciada por un grupo de personas, decide cambiar su conducta y molestar a Antonio para ser aceptada socialmente. Un tema no ajeno a esta problemática es el modelo de categorización vinculado a la discriminación, en el cual la persona tiene la capacidad de captar las apariencias semejantes de los sucesos y objetos de su entorno. (Tajfel, 1978). Este modelo se manifiesta cuando una persona se identifica con un grupo por alguna característica en común, como su idioma y, cuando un individuo ajeno a sus costumbres aparece, se vuelve motivo de burla o rechazo.

 

En conclusión, los factores más relevantes que contribuyen a la existencia de la discriminación son la instauración de estereotipos y prejuicios, los cuales son creados por nosotros mismos y generan que nuestra sociedad sea jerarquizada con base en las clases sociales. Además, existe una influencia de los grupos de nuestro entorno frente a estos actos. Como ciudadanos, debemos aceptar que somos un país con una gran variedad cultural y esta característica no debe ser motivo de rechazo, sino de orgullo. Solo así, podremos combatir esta problemática que aqueja al Perú.

 

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Alexia Acevedo Morales

 

 

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